Dakar

El Dakar. Quizá la más importante y sin duda la más nombrada prueba de raids del mundo.

Estas son algunas de las cosas que no me agradan del Dakar.

En lo deportivo, que el espíritu aventurero del Dakar se ha perdido hace muchos años, no cabe la menor duda. Que unos deportistas tengan que ser escoltados por el ejército porque exista un grupo guerrillero en conflicto o el riesgo de un ataque del algún grupo terrorista tampoco me parece muy lógico. Que atraviesen zonas en las que el mayor riesgo sea salirse de la pista y que explote una mina, eso si que es aventura. Que las marcas por dar espectáculo suban cada vez más la potencia y velocidad de las máquinas sin equiparar el aumento de medidas de seguridad tenía que estar prohibido, y me remito a la muerte hoy mismo de un motero. Tampoco me gusta ver en los reportajes de cualquier canal de televisión siempre a los mismos equipos dando la impresión que solo participan tres o cuatro marcas.

Con respecto a la Solidaridad, que el Tercer Mundo no es el mejor escenario para mostrar la tecnología punta del sector de la automoción, pues de acuerdo. Que el presupuesto del equipo más modesto multiplica por mucho el presupuesto anual de cualquiera de los poblados que atraviesan, lo tengo claro. No me entendáis mal. Me entristece bastante que se atraviesen poblados, aldeas, paises, en extrema pobreza e incluso en conflicto bélico y la única preocupación sea que el radar de la organización no te cace a mayor velocidad de la permitida.

Y así podemos continuar con muchos otros argumentos, pero…es que es el Dakar. Es que son los únicos veinte días al año que veo un reportaje de 20 minutos dedicados a algún deporte que realmente me gusta. Los paisajes son espectaculares y las evoluciones de los vehículos por ellos hacen que se me caiga la baba. Y aunque ni siquiera me planteo atravesar ningún desierto con mi Sorento, yo también conduzco un 4X4. A que esto también lo entendéis.

Nada más lejos de mi intención el justificar nada de lo anterior, pero como bien sabeis el negocio es el negocio. Acaso en la, ahora popular, Formula 1, no existen presupuestos de millones y millones de euros ¡solo en ruedas! Acaso las fichas de los galácticos han apartado seguidores del deporte número uno en este país. Ni siquiera han planteado dudas morales. Y es que tristemente sin NEGOCIO no hay deporte., ¡o sí?

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